Me quiero ir a Canadá ¡ya!

La historia de Ana Lucero y su vida familiar en Canadá

De la serie: Immiland - Proyecto de vida

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Estar listo para irse a Canadá es clave, todo pasa más rápido de lo que se espera, las cosas fluyen bien, aun en el peor de los escenarios, entonces, decidir la mudanza y llegar con éxito se dan casi de inmediato como un regalo de Dios, así fue el caso de Ana Lucero, una clienta mexicana que aplicó a su visado con Immiland Canada y un día como cualquier otro recibió un mensaje que le cambió la vida junto a su familia.

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Hoy tenemos el placer de publicar su historia en un caso más de la serie: Immiland - Proyecto de vida de nuestro blog sobre inmigración para Canadá. Acompáñenme a leer su travesía de miedos, hartazgos y sorpresiva felicidad. ¡Comencemos!

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Vivir con miedo en nuestro propio país

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«¡Hola a todos! Mi nombre es Ana Lucero Medina Peraza y esta es mi historia familiar rumbo a Canadá.»

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Antes de la pandemia vivía en Guadalajara, México. Para entonces, mis dos hijos estaban en kínder, yo tenía mi consultorio dental y mi esposo, Rigo, su restaurante. Digamos que todo estaba “bien”, hasta que un día dije: ¡no más!, no más miedo a salir con los niños, no más miedo a salir de noche ni a que en cualquier momento nos pidan “piso” (cuota ilegal de dinero que cobra el narcotráfico a los comerciantes a cambio de protección) en nuestros negocios. 

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»La realidad es que ya estábamos hartos del clasismo y el racismo entre los propios coterráneos, de que el color de la piel o algo tan superfluo como el carro que manejábamos fuera lo que nos definiera como seres humanos, incluso que fuera más importante la marca de unos zapatos que los propios valores.»

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Yo ya tenía experiencia de lo que era vivir en el extranjero y sabía que había una mejor calidad de vida fuera de mi país, así que un día le dije a Rigo: me quiero ir a Canadá ¡ya! Él, feliz, se dio vuelta y me dijo: “¡pues vámonos!” y desde ese momento comenzó nuestra travesía.

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Emigrar en condiciones adversas

«La primera tarea que hicimos fue investigar cómo se inicia el proceso de viaje y entendimos que lo mejor para hacer las cosas correctamente era tener una cita migratoria con los expertos en la materia. En nuestra búsqueda, llegamos a una primera firma de abogados y también exploramos información de requisitos y demás en la página del gobierno canadiense y nos enfocamos en ver videos sobre inmigración a Canadá.»

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Fue impactante para nosotros enterarnos de cuánto dinero teníamos que demostrar, dicho de un modo jocoso: ¡casi nos da un miniinfarto!, pero nada nos detuvo, así que iniciamos un plan de ahorros para juntar el dinero y empezamos el trámite, esta vez con la ayuda de una segunda firma, que fue Immiland Canada.

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»En el transcurso de nuestro proceso migratorio, empezó la pandemia por el COVID-19, sin embargo, a pesar de que las cosas se complicaron, se podría decir que todo fluyó. En nuestro caso, tuvimos que ir a Guatemala por los biométricos, además de viajar a otro estado de México para conseguir la vacuna contra el COVID, entre otras tareas. Finalmente, recopilamos toda la documentación y la enviamos al equipo de Immiland y ahora solo quedaba esperar... Yo solo pensaba: ¡como siempre, Canadá enseñándonos lo que es ser paciente!».

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¡El e-mail más esperado!

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«Un día de pendientes rutinarios rumbo a la tienda Costco, estando los niños en su jornada habitual de escuela, mientras Rigo manejaba en plena carretera conmigo, nos llegó nada más y nada menos que ¡un e-mail de Immiland! Era de Eddy Ramírez, abogada canadiense y CEO de Immiland, y comenzaba diciendo: “¡Felicidades…!”. Leer esta palabra y que Rigo se detuviera en el primer espacio que vio libre fueron dos cosas juntas.»

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No parábamos de llorar de emoción porque sabíamos que a partir de ese momento nuestras vidas cambiarían y para bien, aunque también sabíamos que fácil no iba a ser. A pesar de que eran tiempos de pandemia, seguimos adelante, vendimos todo ¡y a empacar!».

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De Guadalajara a Hamilton

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«En agosto de 2021, llegamos a Canadá. Como les dije, eran tiempos de pandemia, así que nuestros niños tuvieron que hacer cuarentena. Un mes después, justo en septiembre, yo inicié mis estudios en el Mohawk College, una institución pública de educación superior, ubicada en la hermosa ciudad de Hamilton, en la provincia de Ontario.»

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En cuanto al establecimiento en Canadá, estuvimos durante un mes rentando un Airbnb mientras conseguíamos una vivienda familiar y todo lo que se requiere en este tipo de diligencias. Pasado ese tiempo, conseguimos un hermoso basement en el que vivimos por dos años. Por suerte, el que conseguimos tenía tres cuartos y dos baños para nuestra comodidad y, además, quedaba a unas cuadras del Mohawk College». 

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Un basement es un sótano que se adecúa en muchas casas canadienses y es una muy buena opción para familias medias o grandes como la de Ana Lucero. Hay muchas oportunidades de rentar cerca de instituciones educativas.  

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Immiland cuenta con servicio de viviendas familiares, residencias estudiantiles y lo mejor es que con el Mohawk y otros colleges tenemos descuentos y beneficios en su registro.

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«A pesar de la pandemia, todo fue muy rápido y positivo para nosotros, incluso, a la semana, Rigo compró carro y tramitó la licencia de conducir y, algo imprescindible que debe hacer todo recién llegado a Canadá: gestionar el SIN Number o Número de Seguridad Social,  ya que este es un documento que permite trabajar de forma legal en el país. También, seguimos otras orientaciones de Immiland y abrimos una cuenta bancaria, y más diligencias básicas para establecer una buena economía familiar en el nuevo país.»

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Por si todo esto tan increíble hubiera sido poco, a la segunda semana de haber llegado, Rigo consiguió empleo y es, de hecho, el mismo que conserva hasta el día de hoy. Como les conté líneas arriba, yo inicié mis estudios superiores a un mes de llegar a Ontario y aún me sigo preparando en este college de la atractiva ciudad de Hamilton». 

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¡Después de graduarse empieza lo bueno!

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«Mis dos últimos semestres en el college los pagué trabajando en el verano como niñera, por fortuna, mi madre nos visitó en esta época y me ayudó con el cuidado de mis propios niños mientras estudiaba y trabajaba. Finalmente, me gradué y empezó lo bueno… ¡a buscar trabajo!»

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Para entonces, yo me reunía con una amiga que estaba en la misma búsqueda que yo, nos preparábamos una jarra de café fresco, encendíamos nuestras respectivas laptops y pasábamos horas y horas aplicando a puestos de trabajo, modificando resúmenes curriculares, personalizando cover letter y contactando a personas del entorno profesional a través de LinkedIn».

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Ana Lucero y su amiga hicieron lo más recomendado cuando se quiere encontrar empleo en Canadá, esto es, literalmente, prepararse con todo su portafolio profesional, dedicarse a buscar la oferta laboral  y otros pasos clave. 

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Estar listo para la entrevista

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«¡En menos de un mes, me habían llamado para una entrevista! Si bien fue en línea y duró una hora, yo igual había apartado tiempo de calidad, preparé el espacio físico con buena iluminación y conexión de WI-FI. Ya había hecho el estudio recomendado por Immiland de conocer la empresa, los productos que manejaba, entre otros aspectos importantes. Lo mejor fue lo que pasó al día siguiente porque…»

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¡Me llamaron para programar una entrevista en persona en Mississauga! Esta vez duraría tres horas y hablaría con tres personas, incluyendo al CEO de la empresa. También me ocupé de preparar mi imagen personal y, casi literalmente, salí corriendo a comprarme un outfit para la ocasión, me puse a estudiar más sobre lo que iba a responder y confié en que todo saldría bien. 

El día de la entrevista llegó, yo estuve puntual y, al finalizarla, la persona de Recursos Humanos me preguntó si podía ¡presentarme al día siguiente!»

Estaba tan contenta que el CEO no había alcanzado a llegar cuando ya le había respondido que sí. Lo más increíble es que ese era el mismo día de mi graduación; la empresa me planteó que la reunión fuera en línea, pero yo opté por presentarme en persona para luego irme con Rigo de inmediato a mi acto de grado. Aún no sabía si quedaba o no en el trabajo, así que el fin de semana fue de mucha incertidumbre para nosotros».

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Un puesto NOC/TEER 2

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«“No tienes idea de cómo estás cambiando mi vida”, así le respondí a quien es ahora mi manager cuando me dio la bienvenida al equipo. Le di las gracias y me sentí (y siento) muy afortunada».

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En Canadá, es habitual hablar de puestos de trabajo con un NOC/TEER 0, 1, 2, 3, 4 y 5 en la escala de Clasificación Ocupacional (CSR), según el nivel de educación, formación y experiencia requeridas y la complejidad de las responsabilidades, Ana Lucero ya tenía estudios previos y experiencia laboral en su rubro porque en México tenía su propio consultorio dental, además, continuó con el hilo lógico de su carrera en el Mohawk College por lo que logró que la contrataran en un puesto calificado NOC/TEER 2. Aquí les comparto una tabla que describe su nivel de preparación para el trabajo, según lo requerido por el IRCC.  

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TEER 2

Ocupaciones que generalmente requieren

• Un diploma universitario
• formación de aprendizaje de 2 o más años, o
• ocupaciones de supervisión

Técnicos en redes informáticas y web

Tecnólogos de laboratorio médico

https://www.canada.ca/en/immigration-refugees-citizenship/services/immigrate-canada/express-entry/eligibility/find-national-occupation-code.html

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«Hace un año que trabajo en el laboratorio como Pharmaceutical Sales Representative teniendo como territorio asignado de Hamilton a Niágara. Es un lugar privilegiado, no se sufre con el tráfico y los médicos son muy amables. ¡Gracias a todos los que apoyaron nuestro sueño!».  

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Ana Lucero Medina Peraza

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Hasta aquí compartimos este testimonio. Gracias por leerlo hasta el final. Si desean conocer nuestros servicios de inmigración para Canadá, pueden escribirnos a info@immilandcanada.com.

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Para una asesoría educativa, pueden agendar aquí.

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Con amor,

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Immiland Canada Education